
INDUSTRIA 4.0: LAS PERSONAS EN EL CORAZÓN DE LA FÁBRICA INTELIGENTE
Big data, cobots, realidad aumentada... ¡la 4ª revolución industrial está en marcha! Pero no nos equivoquemos: la "Fábrica 4.0" es mucho más que tecnología. También requiere que nos replanteemos la forma en que trabajamos, la forma en que organizamos el trabajo... y el lugar de los seres humanos en esa organización.
FABRICACIÓN INTELIGENTE Y ÁGIL
Desde el siglo XVIII, el mundo ha conocido tres revoluciones industriales: la mecanización, la producción en masa y la automatización. Pero ahora, en el siglo XXI, la 4ª revolución industrial empieza a tomar forma: la revolución de la robotización. ¡Bienvenidos a la Fábrica 4.0!
Desde hace varios años, las plantas de producción están inmersas en un proceso de transformación a medida que integran las tecnologías digitales en sus sistemas. Según un estudio de KPMG, se espera que el mercado mundial de las nuevas tecnologías de fabricación alcance un valor de 320.000 millones de dólares en 2020 (frente a los 200.000 millones de 2019). Lo que estamos viendo es mucho más que un cambio evolutivo: se trata de una transformación profunda.
TECNOLOGÍA DIGITAL
Sensores con comunicación, IIoT (Internet industrial de las cosas), datos inteligentes... La llegada de la tecnología digital a los procesos de producción está haciendo que la fabricación sea más inteligente y ágil. Ahora interconectadas, las máquinas se comunican constantemente entre sí e intercambian información en tiempo real. Este diálogo inteligente está diseñado para dar un impulso adicional al rendimiento y la competitividad. Según el Vicepresidente Senior de Fabricación, Rendimiento y Tecnología de Saint-Gobain, Benoit d'Iribarne: "Las aplicaciones resultantes son muchas, e incluyen la supervisión de la producción en tiempo real, los sistemas de alerta automatizados, el mantenimiento predictivo y la optimización de la aceptación de la fabricación".
Un ejemplo es el uso por parte de Adfors -empresa del Grupo Saint-Gobain especializada en soluciones de refuerzo a base de fibra de vidrio- de software basado en inteligencia artificial para optimizar el funcionamiento de sus hornos. Las ventajas de este método son la reducción de los recursos utilizados, la disminución de los costes y la mejora de la calidad del producto. Y lo que es mejor, ahora los fabricantes pueden aprovechar sus datos para centrarse en las expectativas de los clientes y adaptarse a sus necesidades en tiempo real. Se trata de la ultrapersonalización. "En BtoB, las expectativas han cambiado significativamente", confirma Jérôme Lionet, Director General de Saint-Gobain Glass. "Nuestros clientes hacen pedidos con más frecuencia la víspera, esperando un servicio Click & Collect. Tenemos que planificar nuestros flujos con una visión semanal en lugar de mensual y desarrollar una trazabilidad más sólida de nuestros productos hasta que se envién".
LOS COBOTS YA ESTÁN AQUÍ
Pero sería un gran error considerar que la fábrica del futuro no es más que una aventura tecnológica. Sin duda es importante digitalizar las líneas de producción y revisar los sistemas de información. Pero eso no basta. Al barajar de nuevo las cartas del proceso de producción, la Industria 4.0 facilita nuevas formas de trabajar. Entonces, ¿cuál es el problema? El temor a que las personas sean sustituidas por máquinas herramienta (más inteligentes). ¿Es un temor realista? Sí. ¿Y no? Porque la Industria 4.0 no está diseñada para sustituir a las personas por robots, sino para facilitar sus tareas.
Un buen ejemplo de esta asociación entre personas y máquinas son los robots colaborativos conocidos como "cobots". El objetivo de este enfoque es combinar la creatividad humana con la precisión y la velocidad de la robótica para permitir a los operarios delegar ciertas tareas repetitivas en las máquinas, dejándoles libres para centrarse en misiones que aporten mayor valor añadido.
PERSONAS, DATOS... Y FORMACIÓN
El principal reto en los próximos años será, por tanto, formar a una mano de obra más cualificada y apoyar a los empleados en su perfeccionamiento, especialmente en el uso de las nuevas tecnologías. En una de las plantas alemanas de Sekurit, una academia digital ha impartido formación al 80% de la mano de obra, con especial énfasis en los programas de Industria 4.0.
Las personas siguen y seguirán siendo la piedra angular de la industria manufacturera del mañana, mientras que las máquinas se utilizarán para optimizar la eficiencia. Reinventar las profesiones del mañana significa capacitar a todos para que adquieran nuevos conocimientos que les permitan interactuar con los sistemas de información y hacer un uso productivo de los datos. Porque los datos son el nuevo "oro negro" de la industria. Una cosa es recopilar datos y otra comprenderlos y explotarlos. Y eso sólo puede hacerlo la inteligencia humana.
DESLOCALIZACIÓN INDUSTRIAL
La industria se enfrenta ahora a muchos retos, ya que la digitalización promete una personalización cada vez mayor. En los Países Bajos, por ejemplo, Gyproc, filial de Saint-Gobain, suministra placas de yeso prefabricadas a las obras, precortadas a medida y premontadas. El resultado son proyectos de construcción más rápidos y baratos que generan muchos menos residuos.
Y el uso de gemelos digitales cambia radicalmente las fases de diseño y producción. Estas réplicas virtuales de un producto o equipo permiten simular una serie de escenarios como base para tomar las decisiones de diseño correctas, probando todo tipo de parámetros y propiedades (resistencia al calor, resistencia a la compresión, etc.) sin comprometer ni alterar la producción. Los beneficios en tiempo y rendimiento son innegables.
Del mismo modo, la impresión 3D está revolucionando la fabricación, ofreciendo múltiples posibilidades de personalización y series cortas de producción de componentes mecanizados únicos. La impresión 3D también promete reducir las existencias y los costes. Pero lo más importante es que parece ofrecer una oportunidad real de devolver la producción al ámbito regional.
Así que, en última instancia, la Fábrica 4.0 podría convertirse en la abanderada de una industria virtuosa en respuesta a las expectativas de los consumidores de una producción más local y responsable.